domingo, 13 de octubre de 2013

La aventura de volar

Ayer 12 de Octubre de 2013, viví una nueva experiencia, sentí la emoción de volar. Fue un regalo de Noe, vuelo en parapetarte. Es una costumbre de mi chica regalarme nuevas experiencias en mi cumple, la anterior fue conducir coches de carreras en un circuito cerrado, un Ferrari 400, un Honda Civic Sport y un Lotus Elise una experiencia genial y un derroche de adrenalina. La de este año entrañaba un reto superior sentirme como un  pájaro, eso si acompañado de un monitor ya que vas en un biplaza del aire. Todo tuvo lugar en Zarcilla de Ramos un pueblo de Murcia. La primera aventura fue subir al lugar de despegue, la cima de una montaña poblada de pinos y cuyo acceso es un camino que los 4x4 se abren entre la vegetación. Nuestro vehículo un Patrol GR cargado con 10 personas y sus respectivos equipos en la baca que avanzaba poco a poco pero con firmeza, nos libraba de una dura ascensión por un camino duro y tortuoso. Una vez en la cima y tras observar unos despegues, unos más acertados que otros, mi monitor Mario un tío peculiar, me invitó a prepararme porque ya era el momento de emprender el vuelo. La verdad que el despegue fue genial y lo más emocionante, bueno sin dejar de lado el percance del aterrizaje, nos quedamos enganchados en un almendro, bueno las cuerdas, y con la ayuda de otro aventurero logramos salir del entuerto y terminar ilesos tanto en lo personal como en lo material. El vuelo fue largo pero poco entretenido, ya que hacía viento y no pudimos alcanzar la altura necesaria como para hacer el recorrido planeado sin riesgos, así que nos dedicamos a dar vueltas.
Tras más de una hora en el aire y observar más de cerca y en su hábitat natural a algunos buitres, así como estar por encima de otras aves más pequeñas y de unos cuantos intentos fallidos de entrar en la térmica para seguir con el recorrido, procedimos a descender hasta la zona de aterrizaje.
Y nada, una experiencia más, no sé si repetiré pero gran satisfacción por la sensación de volar de las manos de un loco con una gran cometa.

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